martes, 7 de junio de 2011

La amistad

Seguro que cada persona podría dar su propia definición sobre la amistad, basada en su propia experiencia. Pero ¿tenemos experiencia de verdadera amistad? ¿Conocemos a quiénes nos acompañan en el camino de la vida? ¿Sabemos distinguir lo bueno y lo malo para orientar nuestra vida? ¿Hacia dónde dirigimos nuesta vida? ¿Quién puede guiarnos y acompañarnos? ¿Qué o quién es nuestra "Rosa de los Vientos"?
 
LA ROSA DE LOS VIENTOS

Si siembras una ilusión
y la riegas con tu amor
y el agua de la constancia
brotará en ti una flor
y su aroma y su calor
te arroparán cuando algo vaya mal.

Si siembras un ideal
en la tierra del quizás
y lo abonas con la envidia,
será difícil arrancar
la maldad
de tu alma si echó raíz.

Y que mi luz te acompañe
pues la vida es un jardín
donde lo bueno y lo malo
se confunden y es humano
no siempre es saber elegir.

Y sí te sientes perdido
con tus ojos no has de ver,
hazlo con los de tu alma
y encontrarás la calma.
Tu rosa de los vientos seré.


Si siembras una amistad
con mimo plántala
y abónala con paciencia,
pódala con la verdad
y transplántala con fe,
pues necesita tiempo y crecer

Si te embriagas de pasión
y no enfrías tu corazón,
tartamudearán tus sentidos y quizás
hablará sólo el calor y no la razón.
Es sabio contar hasta diez.
Mago De Oz
videoclip

biblia poliglota

La Biblia políglota Complutense es el nombre que recibe la primera edición políglota de una Biblia completa.

Esta Biblia fue iniciada por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros (1436-1517) que la financió con dinero procedente de impuestos, multas de la Inquisición y del arzobispado de Toledo. El centro de trabajo fue la universidad Complutense fundada por Cisneros en Alcalá de Henares, donde el Cardenal invitó a los mejores teólogos y profesores de la época para trabajar sobre la ambiciosa tarea de compilar una enorme y completa Biblia políglota para reavivar el decaído estudio de las Sagradas Escrituras.

La Biblia políglota complutense fue publicada en seis volúmenes. Los primeros cuatro volúmenes contienen el Antiguo Testamento. Cada página está dividida en tres columnas paralelas de texto: en hebreo la exterior, la Vulgata latina en el medio y la Septuaginta griega en el interior. En cada página del Pentateuco además se añade el texto arameo y su propia traducción al latín en la parte inferior de la página. El quinto volumen corresponde al Nuevo Testamento, con textos en griego y latín, y el sexto y último volumen es un anexo de aclaraciones lingüísticas y teológicas.
 
 LA PIEZA DEL MES: BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSELA PIEZA DEL MES: BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE

imagenes panoramicas de la torre de hércules

Panoramica de la torre de Hércules

lunes, 6 de junio de 2011

La torre de Hércules

Mitología y leyendas

Hay varias leyendas relacionadas con su construcción. Una de ellas cuenta que Hércules llegó en barca a las costas que rodean actualmente la Torre, y que fue precisamente allí el lugar donde enterró la cabeza del gigante Gerión, después de vencerle en combate. Esta leyenda representa la continuidad del legado romano de Hércules sobre el legado tartésico-fenicio de Gerión.
Asimismo, historiadores identificaron la torre como el lugar donde pudo haber estado situada la Torre de Breogán, una torre mitológica que aparece entre otros en el ciclo mitológico irlandés (más concretamente en el Leabhar Ghabhála Érenn), y desde la que Ith, hijo de Breogán, habría avistado las costas de Irlanda. Esta sospecha viene acrecentada por el topónimo Brigantium, que es altamente posible que derive de Breogán, y tiene sustento en la tradición de los romanos a la hora de identificar a sus propios dioses o héroes, en este caso Hércules, con los autóctonos.
Historia

La Torre de Hércules fue construida por los romanos como faro de navegación en el siglo II d. C., comprendida la construcción entre los reinados de Nerón y Vespasiano en función de los hallazgos de fragmentos de terra sigillata y vasos de paredes finas datables entre los años 40 y 80 de nuestra era[cita requerida]. La inscripción al pie de la torre y las referencias documentales sobre la ciudad de Brigantium (La Coruña) revelan la existencia de un faro de la época de Trajano. En su base se encontró una piedra votiva con la inscripción en latín MARTI AVG.SACR C.SEVIVS LVPVS ARCHTECTVS ÆMINIENSIS LVSITANVS.EX.VO, lo que ha permitido identificar al arquitecto autor de la misma como Cayo Sevio Lupo, originario de Aeminium, hoy Coímbra, en Portugal.

La mención más antigua a la Torre se encuentra en el Historiæ adversvm Paganos de Paulo Orosio, escrito hacia el 415–417 d. C., que dice: «Secvndvs angvlvs circivm intendit, ubi Brigantia Gallæciæ civitas sita altissimvm farvm et inter pavca memorandi operis ad specvlam Britanniæ erigit».

La torre perdió, posiblemente, su uso marítimo durante la Edad Media al convertirse en fortificación. Fue en el siglo XVII (1682) cuando el Duque de Uceda encargó la restauración arquitectónica al arquitecto Amaro Antune, que construyó una escalera de madera que atravesaba las bóvedas hasta la parte superior, donde se sitúan dos pequeñas torres para soportar los fanales. En el reinado de Carlos III se realizó la reconstrucción completa. La obra neoclásica se terminó en 1791 bajo la dirección de Eustaquio Giannini.

La torre era, antes de comenzar la reforma, un cuerpo prismático con base cuadrada; en el exterior presentaba un muro de piedra con dos puertas en la parte baja y ventanas asimétricas que la recorrían hasta el piso superior, y una mordiente helicoidal que llegaba hasta la parte superior. En su interior conservaba la vieja estructura romana, pero con escaleras de madera que pertenecían a la restauración de edificio, armonizándola en su decoración con marcos superiores de puertas y ventanas.

La fachada actual de la torre es el fruto de la remodelación neoclásica efectuada en el siglo XVIII. En el año 2007, fue elegida candidata para engrosar la lista de bienes culturales Patrimonio de la Humanidad. El 9 de septiembre de 2008 se hermanó con la Estatua de la Libertad de Nueva York y el día 25 de ese mismo mes con el Faro del Morro de La Habana, el más antiguo de América y uno de los emblemas de Cuba.

Palacio de laredo


También conocido como: Museo Cisneriano Siglo: XIX
Palacio de Laredo
El Palacio de Laredo es el más caprichoso de todos los monumentos con los que cuenta Alcalá de Henares. Comenzó a construirse en 1881 y fue terminado en 1884.

Fue diseñado y realizado por el arquitecto, pintor y dibujante Manuel José de Laredo, que, además de miembro de la Academia de las Artes de San Fernando, fue alcalde de la ciudad entre 1891 y 1893. En principio, ésta iba a ser su residencia. Estilísticamente, su autor trató de hacer una 'obra total' en la que se combinaran elementos de todos los estilos arquitectónicos.

Así, sobre la base del neomudéjar se alternan elementos góticos, renacentistas, pompeyanos y modernistas en una multiplicidad de ambientes, terrazas, jardines, salitas, torres, miradores y ventanas.

A los elementos de diseño creados se suman piezas arqueológicas originales de diversa procedencia: bóvedas y columnas del Castillo de Santorcaz, artesonados y cupulines del Palacio de los Condes de Tendilla de Guadalajara, columnas del jardín de la Penitenciaria de Jesuitas de Monte Loranca y azulejos hispano-árabes procedentes del Palacio de Pedro I el Cruel (Jaén) y de Toledo.

La fachada principal, tiene un esbelto templete en la esquina izquierda en el que, sobre cuatro columnas nazaritas, se levantan arcos de yeserías y un cupulín con escamas.

En la esquina con el paseo de la Estación se alza el minarete, cubierto con otro cupulín de escamas, marcando el contrapunto a la mole del cuerpo central del palacio y estilizando la perspectiva del conjunto.

En la parte que da a la calle Zuloaga se sitúa la antigua entrada de carruajes a la que se accede a través de un arco de herradura polilobulado, ligeramente apuntado y construído, al igual que el resto de las fachadas, en aparejo de ladrillo con gran variedad de dibujos geométricos.

A sus lados se colocan garitas y miradores decorados con celosías moriscas. Rodeando el edificio aparecen terrazas, ventanales geminados, escaleras, columnas, y la constante presencia del cuerpo central, rodeado de ventanales trilobulados y torretas en las esquinas.

En el interior se encuentran salas inspiradas en la Alhambra, con techos cubiertos por artesonados, yeserías y azulejos en los muros. Otras están pintadas al fresco con motivos platerescos y pompeyanos imitando arquitecturas o se recubren con telas o papeles pintados. Los ventanales siempre se cierran con polícromas vidrieras. La constante yuxtaposición de estancias y galerías se anima mediante escaleras, miradores, porches y puertas ocultas.

martes, 17 de mayo de 2011

SEPULCRO DEL CARDENAL CISNEROS 2


Sobre el monumento funerario del gran Cardenal y Regente del Reino diremos que este mausoleo que hoy puede contemplarse en la Capilla de San Ildefonso, aneja al Colegio del mismo nombre, es uno de los máximos exponentes de la escultura funeraria renacentista. Obra del italiano Fancelli y del burgalés Ordóñez, es de mármol de Carrara y tiene unas dimensiones de 2,47 x 3,13 m. con una altura de 1,90 m.

Corresponde al tipo tumular, en forma de catafalco, y representa al difunto Cisneros revestido de pontifical, con báculo y mitra. El programa iconográfico del sepulcro quiere poner de relieve el significado que tuvo Cisneros en su doble condición de príncipe de la Iglesia y gobernante, con unas connotaciones bien claras de su faceta de fundador e impulsor definitivo de los estudios universitarios de Alcalá.

Tiene el monumento cuatro partes bien diferenciadas: basamento, túmulo, cama y yacente. El basamento lo constituyen unos temas decorativos de serie como guirnaldas o niños desnudos, comunes en la escultura de la época y animales reales o fabulosos. El túmulo, en forma de paralelogramo rectángular, tiene cuatro medallones con las efigies de otros tantos Doctores de la Iglesia española: San Ildefonso, San Eugenio, San Isidoro y San Leandro. También contiene los cuatro santos protectores de Cisneros: San Juan Bautista, Santiago Apóstol, San Francisco de Asís y Santo Domingo El sepulcro del Cardenal Cisnerosde Guzmán. A ambos lados se encuentran las figuras de las Artes liberales. Finalmente, adornan las cuatro esquinas fabulosos grifos con cuerpo de águila y garras de león. Sobre las esquinas de la cama pueden verse las figuras de los cuatro Doctores de la Iglesia latina: San Agustín, San Gregorio Magno, San Ambrosio y San Jerónimo. A los pies se ubica el escudo de armas del cardenal y a la cabecera la inscripción del epitafio.

El conjunto estaba, antes de 1936, rodeado de una magnífica reja, obra de los broncistas toledanos Nicolás de Vergara "El Viejo" y Nicolás de Vergara "El Mozo", que trabajaron en su construcción entre 1566 y 1591. Si monumental es el sepulcro en el plano iconográfico y simbólico, no menos monumental era la reja, de la que hoy sólo quedan restos, tras la catástrofe del 36, que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional.

SEPULCRO DEL CARDENAL CISNEROS

Se encuentra en el interior de la capilla de San Ildefonso (una verdadera joya).  Está labrado en mármol de Carrara, aunque sus restos reposan en la Catedral-Magistral.
El Cardenal Cisneros en su testamento dejó dos deseos, y ninguno se ha cumplido:
1 - Una tumba sencilla.
2 - Estar enterrado en la Universidad.
En su epitafio dice lo siguiente:

AYo Francisco que fundé el gran liceo de las Musas yazco ahora en un pequeño sarcófago. Uní púrpura y sayal, casco y bonete. Fui hermano, general, gobernador, cardenal y padre y no por mi ánimo se juntaron corona y capucha cuando España me obedeció como regente. Murió en Roa el sexto (día) de los idus de Noviembre 1517@.

biografia cardenal cisneros

Nació en Torrelaguna, Madrid, en 1436, hijo de hidalgos pobres. Posiblemente fue enviado a la cercana villa de Alcalá de Henares en su adolescencia a hacer estudios de gramática; los continuó en el Colegio Mayor de San Bartolomé en Salamanca; de allí pasó a Roma en donde fue ordenado sacerdote.

Tras el fallecimiento de su padre regresa a España y consigue el arciprestazgo de Uceda, enfrentándose con el arzobispo de Toledo, lo que significó el encarcelamiento de don Gonzalo por el arzobispo Carrillo durante algunos años. A pesar de su reclusión, Cisneros no renunció a su cargo, en el que fue mantenido por el cardenal González de Mendoza, aunque el encierro debió de durar poco tiempo según se deduce en algunas biografías, pues poco después, en 1478, Cisneros era capellán mayor de la catedral de Sigüenza.

Sufrió una profunda crisis espiritual que le llevó a entrar en la orden de los franciscanos; fue entonces cuando sustituyó su nombre de Gonzalo por el de Francisco en honor a San Francisco de Asís. Se encerró en el convento de la Salceda y durante siete años llevó una vida monacal.

De allí lo sacó la Reina Isabel (Isabel la Católica) en el año 1492, tras convencerle de que aceptara ser su confesor, siguiendo los consejos del entonces arzobispo de Toledo, el cardenal González de Mendoza, primer protector de Cisneros.

Fue nombrado provincial de la orden franciscana y acometió en ella una profunda reforma; más tarde reformó el clero secular.

A la muerte del cardenal Mendoza en 1495, fue nombrado arzobispo de Toledo, lo que en la Baja Edad Media era ostentar el mayor poder tras La Corona, al ser Primado de España.

lunes, 16 de mayo de 2011

catedrales magistrales

Origen de las iglesias Magistrales

Como curiosidad, actualmente existen dos iglesias magistrales, una en Alcalá de Henares y otra en Lovaina. ¿Por qué magistral? El título, actualmente poco más que honorífico, significaba entonces que una parte importante del cabildo de la iglesia debía estar formado por maestros (magister) de la Universidad. Con esta disposición, el Cardenal solucionaba otra de sus preocupaciones: dotar de jubilación a sus profesores eméritos, dado que al entrar a formar parte del cabildo estarían percibiendo una pensión vitalicia de las rentas eclesiásticas. De otra manera, al cesar por edad en sus funciones docentes en la universidad, no tendrían más sustento que el que hubieran podido ahorrar durante su vida activa. En su leyenda cuenta que fue un hombre justo.

lunes, 21 de marzo de 2011

cultura en cuaresma

¿Por qué cuarenta días?
El significado teológico de la Cuaresma es muy rico. Su estructura de cuarentena conlleva un enfoque doctrinal peculiar.
En efecto, cuando el ayuno se limitaba a dos días —o una semana a lo sumo—, esta praxis litúrgica podía justificarse simplemente por la tristeza de la Iglesia ante la ausencia del Esposo, o por el cli¬ma de ansiosa espera; mientras que el ayuno cuares¬mal supone desde el principio unas connotaciones propias, impuestas por el significado simbólico del número cuarenta.

En primer lugar, no debe pasarse por alto que toda la tradición occidental inicia la Cuaresma con la lectura del evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto: el período cuaresmal constituye, pues, una experiencia de desierto, que al igual que en el caso del Señor, se prolonga durante cuarenta días.
En la Cuaresma, la Iglesia vive un combate espiritual intenso, como tiempo de ayuno y de prueba. Así lo manifiestan también los cuarenta años de peregrinación del pueblo de Israel por el Sinaí.
Otros simbolismos enriquecen el número cuarenta, como se advierte en el Antiguo y Nuevo Testamento. Así, la cuarentena evoca la idea de preparación: cuarenta días de Moisés y Elías previos al encuentro de Yahveh; cuarenta días empleados por Jonás para alcanzar la penitencia y el perdón; cuarenta días de ayuno de Jesús antes del comienzo de su ministerio público. La Cuaresma es un período de preparación para la celebración de las solemnidades pascuales: iniciación cristiana y reconciliación de los penitentes.
Por último, la tradición cristiana ha interpretado también el número cuarenta como expresión del tiempo de la vida presente, anticipo del mundo futuro. El Concilio Vaticano II(cfr. SC 109) ha señalado que la Cuaresma posee una doble dimensión, bautismal y penitencial, y ha subrayado su carácter de tiempo de preparación para la Pascua en un clima de atenta escucha a la Palabra de Dios y oración incesante.
El período cuaresmal concluye la mañana del Jueves Santo con la Misa crismal —Missa Chrismalis— que el obispo concelebra con sus presbíteros. Esta Misa manifiesta la comunión del obispo y sus presbíteros en el único e idéntico sacerdocio y ministerio de Cristo. Durante la celebración se bendicen, además, los santos óleos y se consagra el crisma.
El tiempo de Cuaresma se extiende desde el miércoles de Ceniza hasta la Misa de la cena del Señor exclusive. El miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia; los viernes de Cuaresma se observa la abstinencia de carne. El Viernes Santo también se viven el ayuno y la abstinencia.
¿Por qué la ceniza?
Hacia finales del siglo V, el miércoles y viernes previos al primer domingo de cuaresma comenzaron a celebrarse como si formaran parte del período penitencial, probablemente como medio de compensar los domingos y días en los que se rompía el ayuno.
Dicho miércoles, los penitentes, por la imposición de la ceniza, ingresaban en el orden que regulaba la penitencia canónica.
Cuando la institución penitencial desapareció, el rito se extendió a toda la comunidad cristiana: este es el origen del Miércoles de Ceniza o «Feria IV anerum».
El proceso de alargamiento del período penitencial continuó de forma irremediable. Esta anticipación del ayuno cuaresmal no es una práctica exclusivamente romana: se encuentra también en Oriente, y en diversas regiones de Occidente.
Probablemente se trata de una praxis originada en la ascesis monástica y más tarde propagada entre la comunidad cristiana, aunque resulte difícil conocer sus características.
En el siglo IV se consolida la estructura cuaresmal de cuarenta días
De todos modos, como en otros ámbitos de la vida de la Iglesia, habrá que esperar hasta el siglo IV para encontrar los primeros atisbos de una estructura orgánica de este tiempo litúrgico. Sin embargo, mientras en esta época aparece ya consolidada en casi todas las Iglesias la institución de la cuaresma de cuarenta días, el período de preparación pascual se circunscribía en Roma a tres semanas de ayuno diario, excepto sábados y domingos. Este ayuno pre-pascual de tres semanas se mantuvo poco tiempo en vigor, pues a finales del siglo IV, la Urbe conocía ya la estructura cuaresmal de cuarenta días.
El período cuaresmal de seis semanas de duración nació probablemente vinculado a la práctica penitencial: los penitentes comenzaban su preparación más intensa el sexto domingo antes de Pascua y vivían un ayuno prolongado hasta el día de la reconciliación, que acaecía durante la asamblea eucarística del Jueves Santo. Como este período de penitencia duraba cuarenta días, recibió el nombre de Quadragesima o cuaresma.
Durante el primer estadio de organización cuaresmal se celebraban tan sólo las reuniones eucarísticas dominicales, si bien entre semana existían asambleas no eucarísticas: los miércoles y viernes.
Pero a finales del siglo VI las reuniones del lunes, miércoles y viernes celebraban ya la eucaristía. Más tarde, se añadieron nuevas asambleas eucarísticas los martes y sábados. Por último, el proceso se cerró bajo el pontificado de Gregorio II (715-731), con la asignación de un formulario eucarístico para los jueves de cuaresma.

Cuaresma (gastronomia)

Tras los Carnavales, la siguiente cita festiva de los católicos es la Semana Santa, días en los que se conmemora la Pasión y Muerte de Cristo. La beatitud y la espiritualidad se combinan con el fervor popular de los que participan en procesiones, misas y saetas. Pero las jornadas festivas también traen vacaciones y citas familiares, por eso, una buena mesa es fundamental en estos días. El pescado y los dulces son los protagonistas de la gastronomía típica de esta semana.

La Cuaresma católica obliga a abstenerse de comer carne todos los viernes desde que finaliza el Carnaval, un deber cristiano conocido como 'vigilia', que ya se ha convertido en una deliciosa tradición culinaria para el Viernes Santo. Ese día las carnes, embutidos y fiambres se sustituyen por deliciosos guisos de pescado, legumbre y verdura. El bacalao, los garbanzos y las espinacas son los ingredientes estrella del tradicional potaje de vigilia, al que le acompañan variadas hortalizas. A esa receta ancestral hay que unir otras modalidades, donde también se incorporan acelgas, judías blancas y otros tipos de pescados.

Cuaresma

La cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza y termina el domingo de Ramos. Son 40 días de preparación para la Pascua. La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús 40 días en el desierto previo a su ministerio y el retiro de 40 años de Moisés en el desierto. También simbolizan los 40 días que duró el diluvio, además de los 40 años de la marcha del pueblo Judío por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. A lo largo de este tiempo, los fieles católicos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión. La Cuaresma tiene cinco (5) domingos más el Domingo de la Pasión (seis en total), en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la Misa católica no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el Jueves Santo en la misa de la Cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del Evangelio. El color litúrgico asociado a este período es el púrpura, asociado al duelo, la penitencia y el sacrificio.

La doctrina social

La Doctrina Social de la Iglesia católica (también, Doctrina Social Cristiana) es un conjunto de normas y principios referentes a la realidad social, política y económica de la humanidad basado en el Evangelio y en el Magisterio de la Iglesia católica. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia y el Catecismo católico la definen como un cuerpo doctrinal renovado, que se va articulando a medida que la Iglesia en la plenitud de la Palabra revelada por Jesucristo y mediante la asistencia del Espíritu Santo, lee los hechos según se desenvuelven en el curso de la historia.
Sus principios son:Dignidad de la persona humana.El bien común.Destino universal de los bienes, solidaridad y derecho a la propiedad privada. Principio de subsidiariedad. Participación socialCultura de la vida y de la calidad de vida.La existencia de una ley moral.
La misma expresión “doctrina social” fue usada por el primera vez por Pío XI en su encíclica Quadragesimo anno quien cita a León XIII aun cuando reconoce que la preocupación por los problemas económicos y sociales no nació con la Rerum novarum.